Allí se permitió la realización de la rodada tradicional, pero bajo un estricto acompañamiento de la Secretaría de Tránsito y tras una reunión previa con los grupos de moteros locales, quienes se comprometieron a respetar las normas.

El alcalde Giraldo afirmó: “Hay que apoyarlos en sus actividades, pero con todas las recomendaciones.

Entre todos nos comprometemos a que la actividad sea positiva”.

Este contraste en las decisiones de los mandatarios locales evidencia los distintos enfoques para manejar las celebraciones de Halloween. El operativo en Manizales, que culminó con la detención de un menor, subraya los riesgos asociados a estas “rodadas” cuando se realizan sin control y la determinación de las autoridades para hacer cumplir las normativas de tránsito y orden público. La situación en Manizales y las medidas adoptadas en otros municipios de Caldas reflejan el dilema de equilibrar las expresiones culturales y de ocio con la necesidad de garantizar la seguridad y la tranquilidad de todos los ciudadanos durante fechas de alta afluencia y potencial desorden.