Durante tres jornadas, el seminario propició un encuentro entre académicos, investigadores y la ciudadanía para reflexionar sobre los procesos que han moldeado la identidad local.
Las conferencias de Valencia Llano se centraron en dos ejes temáticos.
El primero fue un recorrido por la vida cotidiana en la denominada "Edad de Oro" de Manizales (1905-1925), un período de auge económico y cultural impulsado por el café, que fue drásticamente transformado por los grandes incendios que obligaron a la ciudad a reinventarse con una nueva arquitectura de inspiración republicana. El segundo eje abordó "la aventura patriótica de montar empresas", destacando el espíritu de pioneros como Pantaleón González y Lorenzo Jaramillo Londoño, quienes fundaron las primeras empresas y bancos de la región, consolidando a Manizales como un epicentro comercial. El seminario no solo se enfocó en la historia económica, sino también en la memoria colectiva desde las bases, con una jornada dedicada a las "Memorias de barrio", en la que participaron fundaciones y corporaciones locales. Este enfoque permitió un diálogo enriquecedor sobre cómo se construye la historia tanto desde los grandes hitos como desde las vivencias cotidianas de sus habitantes.







