Esta visión romántica y épica de su origen refuerza un fuerte sentido de pertenencia y orgullo local.

Aunque los textos no detallan eventos específicos de la celebración del aniversario, el enfoque está en la reflexión sobre el pasado como base del presente. Manizales celebra su capacidad de transformación y su consolidación como una ciudad que, a pesar de las dificultades, ha sabido construir una identidad sólida, anclada en la tenacidad de sus fundadores y en la riqueza generada por el grano de café, que sigue siendo un pilar fundamental de su cultura y economía.