La situación es crítica en varios frentes. Por un lado, el Hospital Santa Sofía de Manizales anunció la posible suspensión de servicios para los afiliados a la Nueva EPS, debido a que la deuda de esta entidad con la institución supera los 12 mil millones de pesos. Esta medida pone en riesgo la atención de miles de usuarios. De forma paralela, la salud infantil se ve gravemente afectada, ya que el Hospital Infantil de Caldas notificó el cierre de 15 camas de hospitalización y tres de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) pediátrica, una decisión que enciende las alarmas sobre la capacidad de respuesta para los menores de la región.

El descontento es generalizado y se extiende al sector educativo.

El sindicato de educadores de Caldas, Educal, convocó a un paro indefinido ante lo que describen como fallas críticas en la prestación de servicios médicos para el magisterio. Los docentes denuncian demoras prolongadas en la asignación de citas, dificultades para acceder a medicamentos y deficiencias en la atención básica. Además, critican la postura de la Federación Colombiana de Trabajadores de la Educación (Fecode), calificándola de “ambigua y tibia” frente a la magnitud del problema, y exigen una movilización nacional contundente.