El departamento de Caldas enfrenta los estragos de la segunda temporada de lluvias del año con una doble estrategia: el refuerzo de los planes de contingencia a nivel municipal y la entrega de asistencia humanitaria a las familias damnificadas. Las autoridades departamentales han instado a los 27 municipios a mantener actualizados sus protocolos de respuesta, mientras que la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD) ha coordinado la distribución de ayudas en las zonas más afectadas. La Jefatura de Gestión del Riesgo de Caldas emitió la Circular 016 de 2025, alineada con directrices nacionales, para que los Consejos Municipales de Gestión del Riesgo vigilen zonas de ladera y riberas, limpien alcantarillados y activen sistemas de alerta temprana. Paula Marcela Villamil Rendón, jefa de la dependencia, hizo un llamado a la comunidad a “estar alerta a los medios oficiales, en especial quienes habitan cerca de ríos, quebradas o laderas”.
Durante septiembre, las precipitaciones aumentaron un 0.5% respecto al año anterior, registrándose 18 eventos adversos como vendavales, movimientos en masa e inundaciones, que dejaron un saldo de 111 afectaciones, incluyendo 21 viviendas averiadas y dos destruidas.
Como respuesta a estas emergencias, la UNGRD ha distribuido 667 kits de Asistencia Humanitaria de Emergencia (AHE) en los municipios de Supía y Riosucio, beneficiando a más de 2.000 personas. Estos kits contienen alimentos, elementos de aseo, utensilios de cocina, colchonetas y frazadas para cubrir las necesidades básicas inmediatas. Se anunció una próxima entrega en el municipio de Samaná, uno de los que ha registrado mayores niveles de precipitación.
En resumenFrente a la intensidad de la segunda temporada de lluvias, Caldas ha respondido de manera proactiva actualizando sus planes de contingencia y coordinando la entrega de ayudas humanitarias a más de 600 familias damnificadas. Las acciones combinan la prevención, a través de la vigilancia y alertas tempranas, con la atención directa a las víctimas para mitigar el impacto de los desastres naturales en el departamento.