El accidente ocurrió en la mañana del miércoles, cuando Arango Hincapié, un deportista habitual, fue arrollado por un vehículo Renault Kwid. A pesar de la rápida atención de la Cruz Roja y su traslado a un centro médico, falleció debido a la gravedad de las heridas.

Las autoridades confirmaron que el responsable del siniestro presentaba grado 3 de alcoholemia, el nivel más alto detectable, lo que evidencia una grave irresponsabilidad. El conductor ahora enfrenta un proceso penal por homicidio culposo, además de sanciones administrativas severas que incluyen la suspensión de su licencia de conducción por hasta 10 años, la inmovilización del vehículo y una multa que se acerca a los 28 millones de pesos. Este lamentable hecho ha generado una ola de indignación en la comunidad manizaleña, que exige un mayor respeto por la vida de los actores viales más vulnerables, como los ciclistas, y una política de cero tolerancia frente a quienes deciden conducir en estado de ebriedad. La tragedia de Martín Arango Hincapié sirve como un doloroso recordatorio de la urgencia de fortalecer la cultura ciudadana y la aplicación de la ley para prevenir que estas muertes evitables sigan ocurriendo en las vías de la ciudad.