La emergencia fue atendida de inmediato por la Cruz Roja, que lo trasladó al sector de San Marcel; sin embargo, debido a la gravedad de las lesiones, falleció. Las autoridades confirmaron que el responsable, quien conducía un vehículo Renault Kwid, arrojó grado 3 de alcoholemia en la prueba, el nivel más alto y que supera los 150 mg de etanol por 100 ml de sangre. Este acto de irresponsabilidad acarreará severas consecuencias legales para el conductor, quien deberá enfrentar un proceso penal por el delito de homicidio culposo. Adicionalmente, se expone a sanciones administrativas que incluyen la suspensión de su licencia de conducción por hasta diez años, la inmovilización del vehículo por diez días hábiles, la realización de 50 horas de trabajo comunitario y una multa que podría acercarse a los 28 millones de pesos. Testigos del hecho relataron que, tras el accidente, el conductor lloraba junto a su automóvil, una imagen que contrasta con el dolor irreparable causado a la familia de la víctima y la indignación de una comunidad que exige mayor respeto por la vida en las vías.

Tragedia en Manizales: ciclista muere tras ser embestido por conductor ebrio