Bajo el lema “Somos familia, nos vemos en la cosecha cafetera de Caldas”, el plan articula a la Policía Nacional, el Ejército, cooperativas, alcaldías, el SENA y entidades bancarias.
De los 33.000 recolectores necesarios, 15.300 provendrán de otras regiones, atraídos por la seguridad y buenas condiciones laborales del departamento.
Durante los últimos meses, se han realizado capacitaciones en fincas sobre beneficio del café y seguridad.
El SENA juega un rol clave, ofreciendo formación en manipulación de alimentos en varios municipios, con jornadas proyectadas también en Manizales.
La seguridad es una prioridad, con un fortalecimiento de la presencia de la fuerza pública para garantizar que la región se mantenga libre de grupos armados ilegales. Los picos de la cosecha se esperan entre finales de septiembre y principios de octubre, un período para el cual todos los actores trabajan de manera coordinada para asegurar una recolección eficiente y de alta calidad.