Sin embargo, este esfuerzo logístico se desarrolla bajo una amenaza latente.

La Jefatura de Gestión del Riesgo de Caldas informó que, a pesar de una reciente disminución de las lluvias, el departamento permanece en alerta roja por la alta probabilidad de deslizamientos, debido a la saturación de agua en los suelos.

Durante agosto se han reportado 18 eventos, incluyendo 6 movimientos en masa que han dejado dos personas fallecidas y 79 viviendas averiadas.

Esta situación de vulnerabilidad climática representa un riesgo directo para la seguridad de los recolectores y para la infraestructura vial, clave para el transporte del café desde las fincas, evidenciando la fragilidad del principal motor económico de la región frente a los fenómenos naturales.