El departamento de Caldas enfrenta una compleja situación de riesgo por fenómenos naturales, con múltiples emergencias registradas durante agosto que evidencian la alta vulnerabilidad del territorio. La Gobernación de Caldas, desde su sede en Manizales, coordina la respuesta y mantiene un monitoreo constante a través de su red de estaciones meteorológicas para mitigar los impactos en los 27 municipios. Un informe de la Jefatura de Gestión del Riesgo departamental reveló que, a pesar de una reciente disminución en las lluvias, se mantiene la alerta roja por probabilidad de deslizamientos debido a la saturación de los suelos. Durante agosto se han reportado 18 eventos, incluyendo 9 vendavales y 6 movimientos en masa, que han dejado un saldo de 2 personas fallecidas, 261 afectadas y 85 viviendas con daños.
La jefa de esta dependencia, Paula Marcela Villamil Rendón, lamentó los fallecimientos y enfatizó la importancia de “permanecer atentos a las alertas”. La gravedad de esta situación se refleja en casos concretos ocurridos en distintos puntos del departamento. En Marmato, un deslizamiento en el Cerro El Burro atrapó a nueve mineros, quienes afortunadamente fueron rescatados con vida tras más de diez horas de un complejo operativo. En Marquetalia, en el oriente de Caldas, “corrientes de aire con características huracanadas” afectaron a más de 20 familias y 13 viviendas, llevando al alcalde a solicitar ayuda urgente al gobierno departamental por no contar con recursos para atender la emergencia. Estos eventos demuestran la diversidad de las amenazas climáticas y la importancia de la coordinación entre los niveles de gobierno local y departamental para responder eficazmente.
En resumenUna serie de emergencias por deslizamientos y vientos fuertes en municipios como Marmato y Marquetalia confirman la alta vulnerabilidad de Caldas a los fenómenos climáticos. La gestión del riesgo, coordinada desde Manizales, se revela como una función crítica para la seguridad pública regional, aunque los recursos a nivel municipal resultan insuficientes para enfrentar la magnitud de los desastres.