Como contrapunto, el proyecto Aerocafé se presenta como una solución a gran escala para potenciar la competitividad, buscando posicionar a la región como un centro de integración internacional. Sin embargo, la visión de desarrollo aéreo choca con la realidad terrestre que denuncian los ciudadanos, quienes advierten que sin vías eficientes y a costos razonables, el impacto de un aeropuerto moderno podría verse limitado.