
La puesta en funcionamiento de la Línea 3 del Cable Aéreo marca un avance significativo en la infraestructura de Manizales, prometiendo mejorar la movilidad y reforzar la identidad de la ciudad como líder en transporte sostenible. A pesar de su impacto positivo, la obra también ha sido objeto de disputas políticas sobre su autoría, reflejando las complejidades que rodean los grandes proyectos públicos.