Este reconocimiento fue complementado por las palabras del entrenador de Nueva Zelanda, Darren Bazeley, tras enfrentar a Colombia. Bazeley afirmó: “James Rodríguez, ya sabes, fue uno de los mejores jugadores del mundo, sigue siendo un muy buen jugador y cuando recibe el balón es muy peligroso”.

Estas valoraciones externas contrastan fuertemente con la realidad que enfrenta James en el mercado de fichajes, donde varios clubes han declinado su contratación. Los elogios demuestran que su calidad técnica y su visión de juego no están en duda, y que su legado sigue siendo reconocido por quienes compiten y dirigen al más alto nivel.

Este prestigio intacto subraya la paradoja de un jugador cuyo talento es universalmente admirado, pero cuyo futuro profesional inmediato está lleno de incertidumbre.