En sus declaraciones, el campeón del mundo en 2010 explicó que el fútbol ha evolucionado hacia un modelo donde la estructura táctica y la disciplina física prevalecen sobre la creatividad individual.

“Jugadores de la calidad de Özil o James Rodríguez ya no interesan a los entrenadores”, afirmó Fàbregas.

Según su análisis, aunque estos futbolistas son capaces de “abrir un partido con un pase brillante”, los técnicos modernos prefieren tener una “estructura estable” y optan por volantes ‘box-to-box’, jugadores polivalentes con capacidad para atacar y defender.

Fàbregas recordó su propia experiencia bajo el mando de Antonio Conte en el Chelsea, describiendo un estilo de entrenamiento “robótico” y de mucho correr que ilustra esta nueva filosofía. Estas reflexiones llegan en un momento crucial para la carrera de James, quien se encuentra buscando un nuevo club. La visión de Fàbregas pone en contexto las dificultades que un jugador de su perfil puede enfrentar en el mercado actual, donde son pocos los equipos que construyen su juego alrededor de un '10' clásico. La tendencia hacia sistemas más rígidos y físicamente demandantes podría limitar las opciones del colombiano, a pesar de su indiscutible talento técnico y visión de juego.