El encuentro, disputado en condición de visitante, era crucial para las aspiraciones del León, que necesitaba una victoria para mantener vivas sus esperanzas de clasificar a la liguilla del fútbol mexicano.
Sin embargo, el equipo ‘esmeralda’ se vio superado por un América más sólido y efectivo.
James Rodríguez, ubicado como el eje creativo del equipo, tuvo poca movilidad en ataque y no logró ser un factor determinante para generar oportunidades de gol.
Las crónicas del partido describen su aporte como “escaso” y señalan que su fútbol “sigue sin despegar en la Liga MX”. A pesar de su voluntad, el equipo en general careció de claridad para transformar su ímpetu en peligro real. El Club América sentenció el partido en la segunda mitad con goles de Allan Saint-Maximin al minuto 58 y Rodrigo Aguirre al 83’.
Hacia el final del compromiso, James tuvo una oportunidad de descontar a través de un tiro libre, pero su remate se fue por encima del arco. Esta actuación, sumada a la eliminación, cerró una noche amarga para el jugador y el club, alimentando las críticas sobre su rendimiento irregular y su incapacidad para influir en los momentos decisivos, una constante durante su paso por el fútbol mexicano.
La imagen del colombiano enojado tras la eliminación reflejó la frustración de un ciclo que no cumplió con las expectativas.













