Esta dualidad de mensajes ha generado una gran polémica.

Por un lado, Ambriz ha declarado su intención de construir el equipo alrededor de James, prometiéndole un rol protagónico y un ambiente en el que pueda "disfrutar". Sin embargo, el diario Récord de México publicó una columna del 'Francotirador' donde se afirma que la decisión ya está tomada: "cuentan que el entrenador no pedirá que se extienda el contrato y, como el internacional tampoco ha mostrado mucho interés, es casi un hecho que acaba el torneo y se marcha". Esta versión sugiere que el respaldo público de Ambriz podría ser una estrategia diplomática mientras se gestiona la salida del jugador. La situación se complica por la aparente falta de interés del propio James en prolongar su estadía, lo que haría inevitable su partida al finalizar la temporada. Esta narrativa de una salida pactada choca frontalmente con la imagen de un técnico que busca potenciar a su máxima estrella. La falta de una postura oficial por parte del club o del jugador alimenta la especulación, dejando a la afición en un estado de confusión sobre si el colombiano es una pieza clave para el futuro o si simplemente está cumpliendo sus últimos meses en el fútbol mexicano.