La apuesta del técnico es armar un equipo que funcione en torno a las virtudes del colombiano, como lo demostró en un entrenamiento donde, según Ambriz, "le puso a Funes Mori dos balones a la cabeza y fueron goles". Este enfoque contrasta con las críticas que ha recibido James en México por su supuesta falta de dinámica, ya que el plan de Ambriz no se centra en exigirle un gran despliegue físico, sino en aprovechar su inteligencia y calidad técnica para organizar el ataque del equipo.