En el contexto de la Copa Mundial Sub-20 de Chile 2025, se recuerda la participación de James Rodríguez en la edición de 2011, celebrada en Colombia, como uno de los momentos clave en el despegue de su carrera. Aquel torneo sirvió de vitrina para una generación dorada que ilusionó al país. James, quien en ese entonces ya era jugador del FC Porto, fue una de las grandes figuras de una selección que llegó como anfitriona y con altas expectativas. El equipo, dirigido en esa época, avanzó hasta los cuartos de final, donde fue eliminado por México en una dramática definición por penales en el estadio El Campín de Bogotá. A pesar de la eliminación, el torneo fue un éxito para James a nivel individual. Su talento, visión de juego y capacidad para liderar el ataque lo consolidaron como una de las mayores promesas del fútbol mundial. Su actuación en el Mundial Sub-20 fue un complemento perfecto a su ya ascendente carrera en Europa con el Porto, club que, como se ha señalado, fue fundamental para catapultarlo al estrellato.
Aquella selección de 2011 es recordada con nostalgia, y la participación de James es un ejemplo del impacto que estos torneos juveniles pueden tener en la trayectoria de un futbolista. Hoy, mientras una nueva generación de colombianos se prepara para competir en Chile, el recuerdo de James en 2011 sirve como inspiración y como medida del éxito que se espera de los nuevos talentos.
En resumenLa participación de James Rodríguez en el Mundial Sub-20 de 2011 en Colombia fue un hito en su carrera, consolidándolo como una de las grandes promesas del fútbol mundial y liderando a una talentosa generación hasta los cuartos de final.