James llegó al Porto en 2010 proveniente de Banfield, donde ya había sido campeón en Argentina, pero aún era un talento por pulir en el escenario europeo. El club portugués lo adquirió por un valor cercano a los 4.5 millones de euros.

En Portugal, su crecimiento fue exponencial. En solo tres años, su valor se disparó a 32 millones de euros. Durante su estancia en los ‘Dragones’, disputó un total de 108 partidos, en los que dejó una huella imborrable: marcó 32 goles y repartió 42 asistencias, cifras que lo consolidaron como el jugador más determinante del equipo. Su éxito en el Porto no solo se reflejó en su valorización, sino también en los títulos y en la madurez que adquirió como futbolista. Este rendimiento excepcional fue la plataforma que lo llevó al AS Mónaco en 2013 por 45 millones de euros y, posteriormente, al Real Madrid por 75 millones tras su espectacular actuación en el Mundial de Brasil 2014, donde fue el máximo goleador. Esta etapa dorada en Portugal contrasta con su situación actual, donde, a sus 34 años y jugando en el Club León, su valor de mercado, según Transfermarkt, ronda los 2.5 millones de euros, un recordatorio del impacto que tuvo su paso por el fútbol portugués.