La ausencia de James Rodríguez en la humillante derrota 5-0 del Club León ante Xolos de Tijuana generó una fuerte controversia en México, alimentada por especulaciones sobre los motivos reales de su baja. Aunque el técnico Eduardo Berizzo atribuyó su ausencia a una “lesión en el talón de Aquiles”, su rápida recuperación para el siguiente partido desató una ola de críticas y teorías por parte de la prensa. El debate se centró en la posibilidad de que James hubiese evitado el viaje a Tijuana por la cancha de césped sintético del Estadio Caliente, un rumor que cobró fuerza tras su reaparición tan solo cuatro días después en el partido contra Mazatlán, donde fue la figura indiscutible. Esta recuperación, calificada de “milagrosa” por el periodista colombiano Carlos Antonio Vélez, fue vista con escepticismo.
Vélez comentó irónicamente: “Se curó en 24 horas”, sugiriendo que la lesión no era tan grave como se había informado o que existían otras razones para no jugar.
La situación fue aprovechada por críticos como el periodista mexicano Paco Vela, quien afirmó que este tipo de episodios forman parte de un “modus operandi” del jugador, recordando polémicas similares en clubes anteriores. La goleada sufrida por el equipo en su ausencia no hizo más que agravar la percepción de una supuesta falta de compromiso, convirtiendo su lesión en un tema de debate que trascendió lo meramente deportivo y puso en tela de juicio su relación con el club y su disposición para afrontar todos los desafíos de la Liga MX.
En resumenLa ausencia de James en la dura derrota ante Tijuana, justificada por una lesión, generó una gran controversia y especulaciones sobre su compromiso, especialmente tras su rápida y destacada reaparición días después.