La inestabilidad en el banquillo técnico afecta directamente el entorno de James Rodríguez y podría precipitar cambios importantes en el equipo. La paciencia de los hinchas parece haberse agotado, especialmente tras el empate 2-2 contra Mazatlán, un partido que el equipo ganaba cómodamente por 2-0. Durante el encuentro, desde las tribunas del estadio de León se escucharon cánticos como “Ya se va, ya se va, Berizzo ya se va" y "fuera Berizzo", reflejando la frustración por el rendimiento del equipo.
La goleada 5-0 sufrida ante Tijuana en la jornada anterior fue otro golpe que debilitó la posición del entrenador argentino. Al ser cuestionado sobre su continuidad en rueda de prensa, Berizzo dejó claro que dará un paso al costado "cuando lo sienta", pero la presión es cada vez mayor.
Esta crisis de resultados y la posible salida del técnico crean un ambiente de incertidumbre para James Rodríguez. Un cambio de entrenador podría significar una reestructuración táctica que redefina su rol en el equipo, para bien o para mal, justo en un momento en que su propio futuro en el club es incierto debido a la finalización de su contrato en diciembre.