La crítica se centró en su incapacidad para desequilibrar el marcador y generar un cambio tangible en el desarrollo del juego. El portal ‘Esto’ fue particularmente duro en su análisis, señalando que el jugador no pudo inventar un camino para que su equipo lograra la victoria. La frase “la chistera del colombiano está averiada” se convirtió en un símbolo de la frustración por su falta de magia en un partido cerrado. Este encuentro, que precedió a la noticia de su lesión, dejó en evidencia la enorme presión que enfrenta el jugador, de quien se espera no solo un rendimiento estadísticamente correcto, sino también un impacto decisivo en cada partido.