Este episodio evidencia el dilema que enfrentan los clubes al ceder a sus figuras para los compromisos internacionales.
El entrenador Eduardo Berizzo fue explícito al señalar el origen del problema físico del mediocampista, vinculándolo directamente a su participación en las eliminatorias sudamericanas. Según el estratega, la lesión en el tendón de Aquiles es una consecuencia del “gran desgaste” que tuvo el jugador durante su concentración con la ‘Tricolor’. Esta afirmación subraya la intensidad y la exigencia física que representaron los últimos partidos clasificatorios para el capitán colombiano. La situación de James ejemplifica un conflicto recurrente en el fútbol mundial, donde la alta competencia a nivel de selecciones puede afectar negativamente el rendimiento y la disponibilidad de los jugadores en sus respectivos clubes. El cuerpo técnico de León optó por una postura conservadora, decidiendo no arriesgar al futbolista en el siguiente partido de la Liga MX para evitar una complicación mayor. Esta medida, aunque necesaria para la recuperación del jugador, deja al club sin una de sus principales figuras y resalta la vulnerabilidad de los equipos ante el calendario internacional. La lesión no solo genera preocupación en México, sino que también enciende las alarmas en Colombia, demostrando que el compromiso de James con la selección tiene un costo físico que repercute en su carrera a nivel de clubes.