“Claro que pueden jugar juntos, los buenos jugadores siempre pueden estar juntos.

Lo vamos a ver”, declaró, alimentando la esperanza de los aficionados que desean ver a ambos talentos en el campo al mismo tiempo. Sin embargo, el estratega profundizó en su filosofía táctica, argumentando que la construcción de un equipo equilibrado requiere más que la simple suma de individualidades. Explicó que un equipo se arma con una “combinación de características y una complementación de virtudes”. Dado que James y Quintero poseen perfiles de juego muy similares, como pasadores y organizadores, Lorenzo ha optado generalmente por un esquema donde uno actúa como relevo del otro para mantener el equilibrio estructural del equipo.

Según su análisis, un jugador con su visión de juego necesita compañeros que generen movimientos y espacios a su alrededor, y alinear a ambos podría crear redundancia en ciertas zonas del campo. El partido contra Venezuela, ya con la clasificación asegurada, se presentaba como una oportunidad ideal para experimentar con esta dupla, aunque el técnico finalmente optó por mantener su estrategia habitual, con Quintero ingresando en el segundo tiempo en reemplazo de James.