En sus declaraciones, el volante dejó claro que el equipo no debe conformarse con participar, sino que tiene el potencial para aspirar a logros históricos en la próxima Copa del Mundo. En la rueda de prensa posterior al partido contra Venezuela, James compartió su visión sobre el futuro del equipo, infundiendo un mensaje de confianza y ambición.

“Este grupo siempre tiene hambre, como yo digo siempre.

Intento guiarlos para que puedan ganar, para que tengan esa hambre”, afirmó, destacando su papel como mentor para los jugadores más jóvenes. Subrayó que, aunque aún falta tiempo para el torneo, el potencial del equipo es evidente.

“Falta mucho todavía, porque este grupo tiene cosas buenas.

Creo que en estos nueve meses que faltan, podemos soñar con muchas cosas más grandes”, sentenció el capitán.

Estas palabras no solo buscan motivar a sus compañeros, sino también gestionar las expectativas de la afición, invitándola a creer en la capacidad del equipo para competir al más alto nivel.

Su liderazgo se manifiesta en este tipo de mensajes, donde establece una mentalidad ganadora y desafía al grupo a superar sus propios límites. Su discurso se alinea con el del presidente de la FCF, quien también ha hablado de tener una "mentalidad campeona".

James, con su experiencia y jerarquía, está sentando las bases anímicas para que Colombia llegue al Mundial no solo como un participante, sino como un contendiente serio.