Esta regularidad lo confirma como la pieza más indispensable y el eje central en el esquema del técnico argentino. A lo largo de un proceso de dos años y medio, en el que Lorenzo utilizó un total de 43 jugadores, la presencia de James en el campo fue la única constante. Mientras que otros referentes y jugadores en buen momento rotaban en el once titular o en las convocatorias, el '10' se mantuvo como una figura fija, independientemente de su situación en su club.

Esta decisión del estratega subraya la importancia de Rodríguez no solo por su talento técnico, sino también por su liderazgo y su capacidad para interpretar la idea de juego del equipo. Detrás de él, los jugadores con más participaciones fueron Luis Díaz y Jhon Arias, ambos con 17 encuentros, lo que resalta aún más el logro de James al completar la totalidad de la campaña. Su rol de capitán se vio validado con esta continuidad, actuando como el principal constructor de juego y la voz de mando en el terreno. La estadística no solo refleja su compromiso con la Selección, sino también la dependencia táctica que el equipo ha desarrollado en torno a su figura, consolidándolo como el verdadero pilar del proyecto de Lorenzo de cara a la Copa del Mundo.