Tras el pitazo final del partido contra Bolivia, una imagen de James Rodríguez sentado solo en el centro del campo del Estadio Metropolitano, con un gesto reflexivo, desató una ola de especulaciones sobre su futuro en la Selección Colombia. Este gesto, sumado a sus declaraciones posteriores, fue interpretado por muchos como una posible despedida de Barranquilla y el inicio del fin de su ciclo con la 'Tricolor' después del Mundial 2026. En la zona mixta, el capitán alimentó las dudas al manifestar: “Estaré en la Copa del Mundo, ya después veremos qué pasa”.
Esta frase, cargada de ambigüedad, fue el detonante para que medios y aficionados comenzaran a debatir sobre su continuidad. La narrativa de un posible retiro fue reforzada por una publicación de Daniela Ospina, hermana de David Ospina y expareja de James, quien afirmó que el Mundial de 2026 “quizás marcará el fin de leyendas”, en una clara alusión a la generación de la que ambos jugadores son parte. Los artículos describen el momento como “melancólico” y “emotivo”, sugiriendo que el jugador, quien cumplirá 34 años en 2026, es consciente de que su tiempo en la élite del fútbol podría estar llegando a su fin. Aunque Néstor Lorenzo ha defendido su vigencia, asegurando que “todavía tiene hambre”, la percepción general es que esta clasificación tiene un sabor a despedida para varios referentes, con James como el símbolo principal de una era que podría concluir en Norteamérica.
En resumenLos gestos y declaraciones de James Rodríguez tras clasificar al Mundial han generado una fuerte especulación sobre su retiro de la Selección Colombia después de 2026. La imagen de su despedida solitaria en el Metropolitano y sus palabras ambiguas sobre el futuro han sido interpretadas como el posible cierre de un ciclo histórico para el capitán.