Juntarlos nuevamente permitiría “abastecer a Luis Díaz, a Jhon Córdoba o Dayro Moreno” y liberar a Jhon Arias para que asuma un rol más ofensivo.

Sin embargo, esta apuesta táctica implica un riesgo: sacrificar una ficha en el mediocampo y reducir la capacidad de marca, un desequilibrio que debería ser compensado por el trabajo de los laterales y un único volante de contención. La decisión final recae en Lorenzo, quien debe sopesar si la promesa de creatividad justifica la vulnerabilidad defensiva.