Como capitán y portador del dorsal '10', su liderazgo es fundamental en un momento crucial del clasificatorio. Demostrando su compromiso, fue uno de los primeros jugadores en llegar a la concentración en Barranquilla, junto a otras figuras como Luis Díaz y Dayro Moreno. Su rol no pasa desapercibido para los rivales; el arquero de la selección boliviana, Carlos Lampe, lo identificó como una de las principales estrellas de Colombia, describiéndolo como un jugador “muy claro con la pelota”.

Esta percepción externa refuerza su estatus como el eje creativo del equipo.

Dentro de la planificación táctica de Néstor Lorenzo, se anticipa que James sea titular y una de las “guías en ese medio campo para lograr ese buen juego” que necesita el equipo.

Su experiencia y visión son vistas como las herramientas necesarias para romper la defensa boliviana y sellar el paso al Mundial.