Durante los 72 minutos que estuvo en el campo, James fue el eje del ataque de su equipo, demostrando por qué fue convocado por Néstor Lorenzo. Su participación fue calificada como “estelar”, siendo clave en la construcción ofensiva del León.
El momento más destacado de su actuación ocurrió en el minuto 49, cuando ejecutó un potente “disparo de media distancia que se terminó estrellando en el horizontal del arco de los Gallos”, una jugada que por poco se convierte en uno de los goles de la jornada. Aunque no anotó, su influencia fue determinante para la contundente victoria de su equipo. Esta sólida presentación le permitió viajar a la concentración de la selección con la confianza en alto y con el ritmo de competencia necesario para afrontar los desafíos ante Bolivia y Venezuela, disipando dudas sobre su estado físico y futbolístico.