Aunque no fue titular, su presencia en el campo es una señal positiva sobre su recuperación. Durante el tiempo que estuvo en juego, intentó generar ocasiones, incluyendo un centro destacado en su primera intervención, pero no logró ser un factor decisivo para cambiar el resultado.

El rendimiento de James en León ha sido calificado como intermitente, con momentos de brillantez opacados por periodos de discreción y problemas físicos. El propio club ha manejado su reincorporación con cautela, optando por darle minutos de manera progresiva para evitar una recaída. Este partido contra Pachuca fue una prueba clave para evaluar su estado físico de cara a compromisos más exigentes. El próximo encuentro contra Querétaro, programado para el 30 de agosto, adquiere una relevancia especial, ya que será su última presentación con León antes de unirse a la concentración de la selección colombiana, donde se espera que asuma su rol de líder y referente.