Atribuyó esta situación a dos factores principales: su posición en el campo, que a menudo lo aleja del área rival, y la motivación extra de los adversarios.

"Todos los porteros se juegan algo grande contra mí y eso lo tomo como un reto", comentó.

La declaración más contundente fue sobre la carga de responsabilidad que siente sobre sus hombros: "El fútbol es un deporte de equipo, yo doy todo para ganar.

Algunos creen que debo hacerlo todo, pero mi objetivo es ayudar y aportar lo mejor al club".

Con esta frase, dejó claro que, si bien asume su rol de figura, el éxito depende del esfuerzo colectivo y no de una sola individualidad. Estas palabras reflejan la percepción del jugador sobre las altas expectativas que genera su presencia en la Liga MX y su deseo de que se valore su contribución al juego del equipo más allá de las estadísticas de goles.