El capitán de la Selección Colombia también se refirió a la alta presión que siente, afirmando que a veces se espera que él resuelva todo en el campo, y reiteró la importancia del trabajo colectivo.
En diversas declaraciones, James Rodríguez ha reflexionado sobre su etapa en el Club León, ofreciendo una autoevaluación de su desempeño y abordando las expectativas puestas sobre él.
Describió su nivel general como "bueno" y "positivo", pero reconoció una cuenta goleadora más baja de lo deseado. Atribuye esto en parte a su rol táctico, que a menudo lo sitúa más lejos de la portería rival, y en parte al esfuerzo adicional que los porteros hacen contra él, lo cual asume como un "reto". De manera más contundente, James se refirió a la inmensa presión que enfrenta.
En una conversación con el programa El Guardián, expresó cierta frustración al afirmar: "Algunos creen que debo hacerlo todo, pero mi objetivo es ayudar y aportar lo mejor al club". Este sentimiento subraya su creencia en el fútbol como un deporte de equipo, oponiéndose a la narrativa de que él es el único responsable de los resultados. Estas declaraciones pintan la imagen de un jugador consciente de su influencia pero también agobiado por el peso de ser la figura estelar del equipo, buscando gestionar las expectativas al resaltar la importancia del colectivo por encima de cualquier individuo.













