El sector turístico de Jerusalén está comenzando a reactivarse este otoño después de dos años de grave afectación por la ofensiva bélica en Gaza. La recuperación es impulsada por la reapertura de rutas aéreas a Tel Aviv, la flexibilización de restricciones de viaje y la reinstauración de coberturas por parte de algunas aseguradoras. Antes del conflicto, el turismo representaba para Israel un ingreso promedio de 5.300 millones de euros y atraía a 4 millones de visitantes anuales. Tras la parálisis causada por la guerra, que según los textos ha dejado más de 69.400 muertos en Gaza, el Ministerio de Turismo de Israel prevé recibir 1,4 millones de visitantes en 2025.
Los principales mercados emisores son Estados Unidos (360.000 viajeros), Francia (144.000) y Reino Unido (87.000), y ahora se está apostando por el mercado asiático.
A pesar de la reactivación, la situación dista de la normalidad.
Guías turísticos como David Kerpel señalan que el sector “se está moviendo” pero “aún está lejos” de las postales navideñas del pasado.
La ocupación hotelera es un reflejo de ello; por ejemplo, el National Hotel en Jerusalén Este reporta una ocupación del 30 %, en contraste con el 90 % de años anteriores. Además, hoteleros de esta zona de mayoría palestina denuncian un trato desigual, afirmando no haber recibido las ayudas económicas que el Ministerio de Turismo sí ha proporcionado a establecimientos en Jerusalén Oeste, la parte judía de la ciudad.
En resumenJerusalén experimenta una lenta recuperación turística con una previsión de 1,4 millones de visitantes para 2025, aunque lejos de las cifras previas al conflicto. La reactivación coexiste con desafíos como la baja ocupación hotelera y denuncias de trato desigual en la distribución de ayudas gubernamentales a hoteles en Jerusalén Este.