Esta acción subraya la estrecha alianza entre ambos líderes y constituye una intervención directa en los asuntos judiciales de un Estado soberano.

La solicitud fue enviada a través de una carta oficial dirigida al presidente israelí, Isaac Herzog, y difundida por el gabinete presidencial el 12 de noviembre.

En la misiva, Trump califica los procesos contra Netanyahu como una “persecución política injustificada” y elogia su liderazgo durante el conflicto en Gaza, describiéndolo como un “líder formidable y decisivo”. Esta es la segunda vez que Trump expresa su apoyo a Netanyahu en este contexto, pero la primera que lo hace de manera formal y por escrito. La legislación israelí estipula que el presidente puede otorgar indultos, pero únicamente después de que exista una condena firme, una condición que aún no se cumple en los casos de Netanyahu, quien enfrenta acusaciones de fraude, abuso de confianza y soborno desde 2020. El primer ministro ha negado sistemáticamente todos los cargos, alegando que son parte de una campaña para derrocarlo. La petición de Trump ha generado reacciones diversas, siendo vista por algunos como un gesto de lealtad política y por otros como una injerencia indebida en la soberanía judicial de Israel.