Un grupo de reconocidos 'influencers' colombianos ha generado una fuerte controversia tras realizar un viaje a Israel, financiado por la embajada de ese país. Críticos en redes sociales han calificado la visita como un intento de “genocide-washing” o lavado de imagen en medio de la ofensiva militar israelí en Gaza. El viaje, en el que participaron figuras como Kika Nieto, Johanna Fadul y el chef Nicolás de Zubiría, fue documentado ampliamente en sus redes sociales con publicaciones que los mostraban en lugares turísticos como el mar Muerto y Tel Aviv, o disfrutando de la gastronomía local. Estas imágenes, que proyectaban una imagen de normalidad y atractivo turístico, contrastaban fuertemente con la realidad del conflicto a pocos kilómetros de distancia, lo que provocó una reacción negativa generalizada. Los críticos acusaron a los 'influencers' de “blanquear” la imagen de un país señalado por crímenes de guerra, especialmente cuando las cifras del Ministerio de Salud de Gaza reportan más de 69.000 palestinos muertos. La defensa de algunos de los participantes avivó la polémica. Johanna Fadul afirmó que era necesario “contar también la otra historia” y que se alegraba de visitar “el pueblo elegido de Dios”.
Por su parte, Kika Nieto mencionó que era su sueño conocer Israel.
La controversia se enmarca en revelaciones previas de que a 'influencers' se les estaría pagando para difundir mensajes proisraelíes, con campañas que, según el Middle East Monitor, tendrían presupuestos de hasta 900.000 dólares.
En resumenEl viaje patrocinado de 'influencers' colombianos a Israel pone de relieve el creciente papel de las redes sociales en los conflictos internacionales, planteando cuestiones éticas sobre la responsabilidad de las figuras públicas y el uso de la influencia como herramienta de diplomacia pública o, como argumentan los críticos, de propaganda.