En el marco de un frágil alto el fuego mediado por Estados Unidos, Israel y Hamás han continuado con el intercambio de restos humanos, un sombrío proceso que subraya las profundas heridas del conflicto. Israel ha recibido e identificado los cuerpos de varios rehenes, mientras que los cuerpos de decenas de palestinos han sido devueltos a Gaza. Los informes de principios de noviembre detallan la implementación de una de las fases más delicadas del acuerdo de tregua. Israel confirmó la recepción de los restos de varios rehenes, y uno de los artículos especifica que se trataría del cuerpo número 21 de un total de 28 que Hamás se comprometió a devolver. Posteriormente, las autoridades israelíes lograron identificar los restos de tres de ellos como soldados asesinados en los ataques del 7 de octubre de 2023. El proceso no ha estado exento de tensiones, ya que Israel acusa a Hamás de ralentizar la devolución de los ocho cuerpos restantes.
Por su parte, el movimiento islamista justifica los retrasos alegando las dificultades para localizar los cadáveres bajo los escombros en una Gaza completamente devastada.
De forma paralela, Israel devolvió a Gaza los cuerpos de 45 palestinos a través del Comité Internacional de la Cruz Roja. Estos intercambios se producen en un contexto de grave crisis humanitaria, con la entrada de ayuda al enclave descrita como “a cuentagotas” y con organizaciones humanitarias advirtiendo sobre la escasez de suministros básicos, como carpas, ante la llegada del invierno.
En resumenEl intercambio de restos humanos entre Israel y Hamás es un componente clave pero tenso del actual alto el fuego. Mientras Israel identifica los cuerpos de rehenes devueltos, acusa a Hamás de retrasos, que el grupo atribuye a la destrucción en Gaza. Este proceso evidencia el alto costo humano del conflicto en medio de una crisis humanitaria que se agrava.