Por su parte, el movimiento islamista justifica los retrasos alegando las dificultades para localizar los cadáveres bajo los escombros en una Gaza completamente devastada.

De forma paralela, Israel devolvió a Gaza los cuerpos de 45 palestinos a través del Comité Internacional de la Cruz Roja. Estos intercambios se producen en un contexto de grave crisis humanitaria, con la entrada de ayuda al enclave descrita como “a cuentagotas” y con organizaciones humanitarias advirtiendo sobre la escasez de suministros básicos, como carpas, ante la llegada del invierno.