Un grupo de influenciadores colombianos ha desatado una fuerte controversia por un viaje a Israel, financiado por la embajada de ese país, que ha sido calificado por los internautas como “turismo de guerra”. Esta situación ha puesto de relieve las presuntas estrategias de propaganda de Israel en medio de su ofensiva militar en la Franja de Gaza. El viaje, en el que participaron figuras como Kika Nieto y Johanna Fadul, fue organizado y patrocinado por la Embajada de Israel. Los influenciadores visitaron lugares turísticos como Tel Aviv, el mar Muerto y Jerusalén, compartiendo contenido que fue duramente criticado por “blanquear” la imagen de un país en guerra, a pocos kilómetros de donde, según el artículo, se “masacra a la población palestina”. La polémica se intensificó al revelarse que este tipo de viajes podría formar parte de una campaña de propaganda israelí más amplia, citando informes de que a influenciadores se les estaría pagando hasta 7.000 dólares por difundir mensajes proisraelíes. Johanna Fadul se defendió afirmando la necesidad de “contar también la otra historia” y expresó su alegría por visitar “el pueblo elegido de Dios”.
Por su parte, Kika Nieto justificó su viaje como un sueño personal.
Sin embargo, estas defensas avivaron las críticas.
El artículo contrasta las imágenes festivas de los influenciadores con las cifras del conflicto en Gaza: más de 69.000 palestinos muertos, 1.9 millones de desplazados y una grave crisis humanitaria. Además, se menciona que el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, enfrenta órdenes de arresto internacionales por crímenes de guerra.
En resumenEl viaje de influenciadores colombianos a Israel, patrocinado por su embajada, generó una fuerte polémica y acusaciones de “turismo de guerra”. Mientras los implicados defendieron su derecho a mostrar otra perspectiva, el incidente expone las complejas dinámicas de la propaganda en la era digital y los dilemas éticos de promover un país inmerso en un conflicto con un alto costo humanitario.