Calificó al primer ministro como “un buen hombre” y uno de los “mejores presidentes en tiempos de guerra”. El mandatario estadounidense minimizó la gravedad de las acusaciones, particularmente las del “caso 1000”, que investiga la recepción de regalos de lujo a cambio de favores. “¿A quién le importan unos cigarros y champán?”, expresó Trump entre los aplausos de la cámara. La intervención de Trump en un asunto judicial interno de un país aliado es altamente inusual y representa una fuerte muestra de apoyo a Netanyahu, quien enfrenta tres casos por soborno, fraude y abuso de confianza. El primer ministro israelí, que ha calificado el proceso como una “caza de brujas”, es el primero en la historia del país en ser procesado mientras ocupa el cargo. La petición de Trump llega después de que el presidente Herzog declarara en septiembre que consideraría una solicitud de indulto si se le presentara, aunque en ese momento buscaba un acuerdo entre la defensa y la fiscalía. La solicitud pública de Trump añade una nueva capa de presión política al ya polarizado proceso judicial contra Netanyahu.