La petición generó aplausos en la cámara y expuso las tensiones políticas internas de Israel en un momento de celebración diplomática.

En un gesto inesperado, Trump se dirigió directamente a Herzog y preguntó: “Señor presidente, ¿por qué no le concede un indulto?”.

Calificó a Netanyahu como “un buen hombre” y uno de los “mejores presidentes en tiempos de guerra”. El mandatario estadounidense minimizó las acusaciones de corrupción, que incluyen la recepción de regalos costosos como puros y champán, diciendo: “¿A quién le importan unos cigarros y champán?”.

Trump admitió que la solicitud no estaba en su discurso preparado, pero que consideraba que “tiene mucho sentido”.

Netanyahu enfrenta tres casos judiciales por soborno, fraude y abuso de confianza, y ha calificado el proceso como una “caza de brujas”. El presidente Herzog ya había manifestado previamente que consideraría una solicitud de indulto si se le presentara.

La intervención de Trump en un asunto judicial interno de Israel, en medio de un evento de alta importancia diplomática, fue un momento notable que fusionó la política internacional con la compleja situación legal del primer ministro israelí.