Su yerno, Jared Kushner, y asesores cercanos participaron activamente en las conversaciones.

Egipto, bajo el mandato de Abdelfatah al Sisi, desempeñó un papel crucial al albergar las negociaciones en Sharm el-Sheij y gestionar la logística en la frontera con Gaza.

Catar y Turquía, por su parte, ejercieron su influencia sobre Hamás para asegurar su adhesión al pacto.

La participación del jefe de inteligencia turco, Ibrahim Kalin, fue clave para persuadir al grupo islamista. La colaboración de estos cuatro países culminó en la firma del acuerdo en una cumbre internacional, donde los líderes de los países mediadores sellaron el documento, evidenciando una coalición diplomática robusta. El presidente colombiano, Gustavo Petro, reconoció explícitamente el papel de los mediadores, agradeciendo sus “valiosas gestiones” para alcanzar el cese al fuego.