Esta ayuda incluye suministros de Naciones Unidas, Qatar y la Media Luna Roja egipcia.

Sin embargo, reporteros en el terreno califican el proceso como lento.

Simultáneamente, se ha producido un movimiento masivo de retorno.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) informó que más de 300.000 personas han iniciado el regreso, aunque un portavoz del organismo aclaró que muchos lo hacen por necesidad y no por convicción: “La gente regresa porque no tiene otra opción; los refugios están sobrepoblados y el acceso a alimentos y agua es limitado”. El panorama que encuentran es desolador: calles marcadas por escombros y la destrucción generalizada de viviendas, hospitales y escuelas.

Según autoridades sanitarias de Gaza, el conflicto ha dejado más de 67.000 palestinos muertos.

La magnitud del daño plantea enormes desafíos logísticos y sociales, y los organismos internacionales advierten que el retorno se da sin garantías de seguridad ni servicios básicos suficientes.