Trump calificó el pacto como “un hecho histórico y sin precedentes” y aseguró en su red social Truth que “todos los rehenes serán liberados”. La primera fase del acuerdo estipula un alto el fuego que entrará en vigor 24 horas después de su ratificación por el gabinete israelí. Durante este periodo, Hamás liberará a 48 rehenes —de los cuales 20 se cree que están vivos— a cambio de la excarcelación de aproximadamente 2.000 prisioneros palestinos.

Además, el ejército israelí se replegará a una “línea amarilla” acordada, reduciendo su control territorial en Gaza.

El acuerdo también contempla la entrada de ayuda humanitaria al enclave, un punto crítico para aliviar la grave crisis que enfrenta la población civil. Fuentes diplomáticas indicaron que la ceremonia de formalización se llevará a cabo en Egipto, con la presencia de Trump, consolidando el rol de los mediadores internacionales en la resolución del conflicto. Este primer paso es visto con optimismo, aunque su éxito dependerá de la implementación de los compromisos y del avance hacia una segunda fase que aborde temas más complejos como la reconstrucción de Gaza y un cese de hostilidades permanente.