Estas van desde negociaciones indirectas en Egipto hasta propuestas de paz y un creciente apoyo internacional al reconocimiento del Estado palestino. Uno de los frentes diplomáticos más concretos ha sido la llegada de negociadores de Israel y Hamás a Egipto, señalando un intento por alcanzar un acuerdo, posiblemente relacionado con un alto el fuego o la liberación de rehenes. En el ámbito multilateral, la Asamblea General de la ONU en Nueva York fue escenario de un debate de alto nivel donde el reconocimiento de Palestina como Estado fue un tema central. Se informó que países como Reino Unido, Australia, Canadá y Portugal se sumaron a otros 147 países que apoyan esta medida, lo que refleja un cambio en la postura de algunas naciones occidentales y un aumento de la presión diplomática sobre Israel. Por otro lado, el expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha intervenido con una propuesta de paz propia, lanzando un ultimátum a Hamás para que la acepte, bajo la advertencia de que “se desatará un infierno” si la rechazan. Este plan, descrito como una reproducción de “cánones coloniales” por sus críticos, propone una administración para Gaza que recuerda a la impuesta por EE.

UU. en Irak en 2003, enfocada en la explotación de recursos y la aplicación de un modelo neoliberal.

Estas diversas iniciativas muestran un campo diplomático activo pero fragmentado.