Al cumplirse dos años del ataque de Hamás que desencadenó la guerra, Israel conmemora a las víctimas mientras la sociedad lidia con el trauma y las profundas divisiones sobre el futuro del conflicto. La fecha marca un punto de inflexión en la historia reciente del país y la región, con eventos que recuerdan tanto el dolor como la resiliencia. El 7 de octubre de 2023, militantes de Hamás ingresaron a territorio israelí, asesinando a 1.200 personas y tomando como rehenes a otras 250, en un ataque que tuvo como uno de sus epicentros el festival de música electrónica Nova. Chen Malca, una sobreviviente de 26 años, relató el horror vivido: “Vimos muchos cuerpos acribillados, con agujeros de bala por todos lados, partes humanas tiradas por el piso, imágenes muy gráficas que ojalá nunca hubiera visto”. Este evento dio inicio a una contraofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza que, dos años después, ha dejado más de 67.000 palestinos muertos y una devastación sin precedentes.
Para conmemorar la tragedia y honrar a las víctimas, se han realizado eventos como el “Nova Healing Concert” en Tel Aviv, bajo el lema “Volveremos a bailar”, congregando a cerca de 30.000 personas. Este acto simboliza el intento de la sociedad israelí de procesar el duelo colectivo y reafirmar su capacidad de resiliencia, aunque la pregunta sobre la posibilidad de celebrar en medio de una guerra activa y una crisis humanitaria a pocos kilómetros de distancia refleja las complejas contradicciones que enfrenta el país. La conmemoración evidencia las cicatrices aún abiertas y la incertidumbre sobre el fin del conflicto.
En resumenEl segundo aniversario del 7 de octubre subraya las heridas no sanadas en la sociedad israelí y el devastador costo humano en ambos lados del conflicto, con un futuro incierto y sin una resolución clara a la vista.