Para conmemorar la tragedia y honrar a las víctimas, se han realizado eventos como el “Nova Healing Concert” en Tel Aviv, bajo el lema “Volveremos a bailar”, congregando a cerca de 30.000 personas. Este acto simboliza el intento de la sociedad israelí de procesar el duelo colectivo y reafirmar su capacidad de resiliencia, aunque la pregunta sobre la posibilidad de celebrar en medio de una guerra activa y una crisis humanitaria a pocos kilómetros de distancia refleja las complejas contradicciones que enfrenta el país. La conmemoración evidencia las cicatrices aún abiertas y la incertidumbre sobre el fin del conflicto.