Este organismo gestionaría la reconstrucción económica hasta que la Autoridad Palestina pueda asumir el control. El plan ha recibido el respaldo de Israel y ha sido celebrado por la Unión Europea y varios países árabes como Arabia Saudita y Qatar. Sin embargo, ha sido duramente criticado por otros sectores.

Un artículo de opinión lo califica como un “delirio colonial”, argumentando que no ofrece una soberanía real y perpetúa el control extranjero sobre el territorio.

A pesar de las críticas, la Autoridad Nacional Palestina, liderada por Mahmoud Abbas, ha mostrado su “disposición a involucrarse positivamente”, aunque el plan no garantiza la retirada completa de Israel ni prohíbe futuras anexiones.