Los informes de MSF documentan una violencia extrema, con “niños baleados al intentar conseguir comida”. Los bombardeos y las incursiones militares han dejado más de 140.000 heridos, muchos con amputaciones y quemaduras graves.

Además, la Administración Netanyahu ha fraccionado la Franja con corredores que han alterado su geografía. La comunidad internacional ha incrementado sus condenas; gobiernos como los de Gran Bretaña y Francia han exigido un alto el fuego, y figuras públicas como Bono, de U2, han expresado su repulsión, afirmando que “el gobierno de Israel liderado hoy por Benjamin Netanyahu merece nuestra condena categórica e inequívoca”. Mientras tanto, parte de la población israelí sostiene que la ayuda humanitaria es saqueada por Hamás, y que la presión militar es la única vía para negociar. Ante la falta de acceso de la prensa internacional a Gaza, la desinformación de ambos lados complica la comprensión de la magnitud real de la tragedia.