Un aspecto central es la creación de un gobierno de transición temporal, un "comité palestino tecnocrático y apolítico", supervisado por una "Junta de Paz" internacional presidida por el propio Donald Trump y con la participación del ex primer ministro británico Tony Blair. Este organismo gestionaría la financiación y la reconstrucción hasta que la Autoridad Palestina pueda asumir el control.

Además, se desplegaría una Fuerza Internacional de Estabilización para garantizar la seguridad interna y fronteriza.

Aunque el plan asegura que "Israel no ocupará ni anexará Gaza", también estipula que las Fuerzas de Defensa de Israel mantendrán un "perímetro de seguridad" hasta que la amenaza terrorista sea eliminada, lo que sugiere un control militar israelí a largo plazo.