El objetivo principal, según Muñoz, es "romper con el bloqueo" y "abrir un corredor humanitario" para que otras organizaciones puedan ingresar ayuda.
La concejala denunció tres ataques contra la flotilla: dos en territorio tunecino y un tercero en aguas internacionales. Según la investigación de la organización, los primeros ataques fueron realizados con "bombas incendiarias lanzadas desde drones israelíes con apoyo logístico de Italia y Malta".
El tercer ataque incluyó explosiones y un producto químico descrito como "corrosivo e inflamable", que Muñoz calificó como una táctica de "guerra psicológica".
A pesar de los riesgos, afirmó que la moral de la tripulación es alta y que su compromiso es con la población civil palestina. Al ser consultada sobre Hamás, Muñoz enfatizó la naturaleza humanitaria de la misión y declaró que "intentar comparar lo que hace Hamás con lo que hace el estado de Israel es un insulto a la inteligencia".