El gobierno de Israel planea reactivar el 'Proyecto E1', un polémico plan de asentamientos que prevé la construcción de 3.400 viviendas en una zona estratégica de Cisjordania ocupada. Este proyecto es ampliamente considerado como una medida que dividiría el territorio palestino y anularía cualquier posibilidad de establecer un Estado palestino contiguo y viable. Diseñado hace tres décadas pero paralizado por la presión internacional, el 'Proyecto E1' tiene como objetivo conectar el gran asentamiento de Ma'ale Adumim con Jerusalén. Su implementación crearía una cuña de construcción israelí que cortaría Cisjordania en dos, separando el norte del sur, y aislaría a Jerusalén Este, la capital anhelada por los palestinos, de su entorno palestino. La reactivación de este plan en el contexto actual es particularmente significativa.
Se interpreta como una acción deliberada para crear “hechos consumados” sobre el terreno que harían imposible una solución de dos Estados, independientemente de cualquier negociación futura.
Esta estrategia se alinea con la postura declarada del primer ministro Netanyahu en contra de la soberanía palestina. Más allá del conflicto inmediato en Gaza, el 'Proyecto E1' revela una estrategia israelí a largo plazo para consolidar su control sobre Cisjordania, fragmentar el territorio palestino y asegurar que cualquier futura entidad palestina carezca de contigüidad y soberanía real, un movimiento que los críticos denuncian como el golpe de gracia a la paz.
En resumenLa reactivación del plan de asentamientos 'Proyecto E1' por parte de Israel es una acción estratégica que amenaza con dividir Cisjordania y hacer territorialmente inviable un futuro Estado palestino, socavando de manera irreversible la solución de dos Estados.